El pasado 22 de diciembre, en medio de los preparativos navideños, miles de usuarios de Digi en España se encontraron incomunicados durante varias horas. Este problema, que afectó tanto a la fibra óptica como a la cobertura móvil, ocurrió en un momento crítico del año, coincidiendo con el sorteo de la Lotería de Navidad. La situación generó una avalancha de críticas en las redes sociales, no solo por la interrupción del servicio, sino también por la falta de una comunicación efectiva por parte de la empresa durante el incidente. Este contratiempo ha reabierto el debate sobre la sostenibilidad de un modelo de negocio basado en precios bajos y un crecimiento acelerado que podría estar poniendo a prueba su infraestructura.
A pesar de las críticas, Digi argumenta que el nivel de incidencias en su red ha sido mínimo, considerando que en el último año ha añadido más de dos millones de nuevos clientes. Este crecimiento exponencial plantea varios retos. Según datos de portabilidad hasta noviembre de 2025, la compañía ha conseguido un saldo neto positivo de más de 850.000 líneas ganadas a la competencia. En el segmento móvil, ha mantenido una captación mensual de entre 50.000 y 60.000 líneas, mientras que su fibra Smart ha logrado más de 40.000 altas.
El Desafío de la Infraestructura
Este incremento en usuarios ha sido una prueba para la red, especialmente en épocas clave. En el primer trimestre de 2025, se reportaron picos de latencia atribuibles a mantenimiento, evidenciados por la plataforma Downdetector. Sin embargo, el primer gran aviso se produjo durante el fin de semana del 10 y 11 de agosto, cuando una caída dejó a miles sin datos, colapsando la atención al cliente. Posteriormente, otros problemas surgieron entre el 26 de septiembre y el 29 de octubre, con interrupciones en grandes ciudades como Madrid y Barcelona, que revelaron fallos de sincronización en el sistema.
Analistas apuntan que el desajuste entre la rápida expansión de clientes y la infraestructura de telecomunicaciones puede estar detrás de estos problemas. Digi se encuentra actualmente en la fase de expansión de su propia red (XGS-PON y Fibra Smart) para reducir costos operativos. Esta migración, sin embargo, ha dado lugar a errores de configuración y hasta a problemas en el enrutamiento de servidores.
Un tema crítico es la dependencia de la red de Movistar, que maneja la mayoría del tráfico móvil de Digi. En días de alta saturación, como el 22 de diciembre, esto puede dejar a los usuarios de Digi en una situación vulnerable, ya que las antenas priorizan la red principal. Además, cualquier desajuste en la coordinación con Movistar puede resultar en caídas severas de servicio.
Digi ha declarado que las incidencias son mínimas y dentro de lo normal, aunque reconoce que la desconexión del 22 de diciembre fue especialmente significativa. Sus competidores han empezado a criticar su modelo de negocio low-cost, sugiriendo que priorizan la captación de clientes en lugar de invertir en sistemas redundantes que garanticen una mayor estabilidad del servicio. La implementación de tecnologías avanzadas, como el 5G y la fibra de 10 Gbps, ha añadido un nivel de complejidad técnica que aún están ajustando.
Percepciones Externas y el Futuro
Los informes de organizaciones externas presentan una visión más equilibrada para Digi. Según la Asociación de Internautas, el operador ocupa el segundo lugar en salud de red, justo detrás de Movistar. No obstante, en términos de satisfacción del cliente, se sitúa por debajo de otras marcas low-cost. Curiosamente, la consultora Ookla Speedtest ha reconocido a la red de fibra de Digi como la más rápida de España durante cuatro años consecutivos.
A pesar de las críticas, Digi afirma que no está «muriendo de éxito» y que la calidad de su red ha mejorado. Con inversiones sustanciales realizadas para ajustar la infraestructura a la creciente demanda, la empresa se muestra optimista acerca de la calidad de sus servicios en el futuro.
El cierre de 2025 resalta una lección importante en el sector de telecomunicaciones: ser el más barato puede ayudar a captar clientes, pero para retenerlos, la fiabilidad es clave. Por ello, Digi continúa apostando por su plan de inversión y su propia atención al cliente como estrategias diferenciadoras en un mercado cada vez más competitivo.
