La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha recibido este martes un informe solicitado a un grupo de expertos que estudia el aumento del salario mínimo interprofesional (SMI). Este documento sugiere un incremento del 3,1%, elevando el SMI a 1.221 euros brutos al mes (17.094 euros anuales) si no se gravara, o del 4,7% hasta alcanzar 1.240 euros mensuales (17.360 euros anuales) en caso de que los beneficiarios comiencen a aportar al IRPF. Ambas propuestas sobrepasan la evolución de precios registrada, que se sitúa en un 2,7% en los últimos 12 meses.
El equipo de Díaz también ha anunciado que su ministerio publicará este viernes una consulta pública sobre la norma que impedirá que las empresas absorban el aumento del SMI mediante la eliminación de complementos salariales. Este proyecto se basa en la directiva europea sobre salarios mínimos y tiene como objetivo asegurar que las modificaciones en las reglas de compensación y absorción en los complementos salariales se alineen con las recomendaciones comunitarias.
Un enfrentamiento en el horizonte
El Ministerio de Trabajo anticipa un intenso debate con la CEOE sobre este cambio. La patronal ha manifestado su intención de impugnar la norma en los tribunales, argumentando que la modificación invadiría terrenos legislativos. Por su parte, la ministra ha dejado claro que esta regulación se promulgará mediante un decreto que no requerirá convalidación parlamentaria, y que se manejará de forma separada del incremento del SMI.
La tributación a debate
El Ministerio de Hacienda está considerando aumentar una vez más la deducción en el IRPF destinada a quienes perciben el SMI, un mecanismo que surgió el año pasado tras un intenso intercambio interno en el Gobierno sobre la tributación del SMI. Fuentes cercanas aseguran que Hacienda está abierta a esta posibilidad, con el objetivo de que el incremento no recaiga únicamente en los empleadores.
El SMI actual es de 1.184 euros brutos al mes (16.576 euros anuales), cifra que llegó tras un ajuste de 50 euros mensuales en 2025. Los datos de los expertos en el último informe sugieren un incremento acorde a esta tendencia, reforzando la influencia de sus conclusiones en las decisiones del ministerio.
El aumento del SMI en los últimos años ha sido significativo, alcanzando un 61% desde 2018, pasando de 736 a 1.184 euros brutos al mes. Esto ha llevado a que una mayor proporción de trabajadores no contribuyan al IRPF, situándose en un 22,8% en 2023, frente al 7,9% en 2018. Los sindicatos ya han mostrado su apoyo hacia la tributación del SMI, sugiriendo un aumento del 7,5%, lo que lo elevaría a 1.273 euros brutos mensuales. Esta cifra, consideran, es necesaria para que el SMI siga representando el 60% del salario medio neto.
Valoraciones divergentes
La patronal, por su parte, no ha entrado a discutir sobre la tributación, pero ha propuesto un aumento moderado del 1,5% para 2026, argumentando que el salario mínimo ya se encuentra en el 60% del salario medio neto, según datos del INE. Este enfoque, coincidente con la negociación que se llevó a cabo para los empleados públicos, refleja una postura cautelosa ante la creciente presión por los ajustes salariales.
El grupo de expertos, al calcular las cifras, ha utilizado la Encuesta de Estructura Salarial de 2022, actualizada con estadísticas recientes. Sin embargo, dos de los 12 integrantes, representantes de los ministerios de Hacienda y Economía, han expresado desacuerdo en un voto separado, argumentando que el informe no consideró datos más actualizados sobre el salario medio bruto. A pesar de esta discrepancia, el Ministerio de Trabajo defiende la metodología elegida, resaltando su compromiso con una evaluación precisa y justa del panorama salarial español.
