Deslumbrante por Fuera, Vulnerable por Dentro: Un Análisis de Negocios

Deslumbrante por Fuera, Vulnerable por Dentro: Un Análisis de Negocios

A principios de este mes, un evento que parecía inimaginable hace solo unos años tuvo lugar en Grecia: Kyriakos Pierrakakis, el actual ministro de Finanzas, fue elegido por unanimidad como presidente del Eurogrupo. Esta elección representa un importante giro en la narrativa de Grecia, que hace aproximadamente una década luchaba por mantenerse en la zona euro tras el incumplimiento de pagos que la llevó a implementar severos programas de austeridad. La designación de Pierrakakis simboliza un avance significativo desde aquellos días oscuros, aunque la verdadera situación en el país es más compleja y matizada.

Una Historia de Contrastes

A pesar de los elogios internacionales hacia la recuperación griega, la atmósfera en Atenas es diferente. Un sindicalista agrario, vinculado al partido gobernante Nueva Democracia, esquivó las preguntas en un debate parlamentario sobre un presunto fraude masivo en las subvenciones agrícolas de la UE. La Fiscalía Europea ha iniciado investigaciones y ha solicitado el levantamiento de la inmunidad de dos ministros, revelando un trasfondo inquietante de corrupción.

Agricultores de todo el país, indignados por la corrupción y la escalada de costes—un efecto paralelo de la crisis climática—han bloqueado carreteras, puertos y hasta un aeropuerto en Creta. Afirman que sus necesidades han sido ignoradas en favor de aquellos con conexiones políticas o en sectores más favorecidos como el turismo. Esta situación ilustra las complejas realidades de la Grecia posterior a la crisis: una fachada atractiva que oculta problemas persistentes.

Crecimiento Desigual

Desde 2017, excluyendo el año de la pandemia, la economía griega ha crecido de manera constante, recuperando parte del colapso del 25% del PIB experimentado durante la crisis. Sin embargo, este crecimiento no ha sido equitativo. El sector inmobiliario, beneficiado por el programa de Golden Visa, ha liderado la inversión, mientras que sectores clave como tecnología y conocimiento se han quedado rezagados. La productividad laboral continúa siendo inferior a la media de la UE y aunque las exportaciones han mejorado, el aumento de las importaciones ha dejado un déficit por cuenta corriente que recuerda los tiempos previos a la crisis.

El desempleo se ha reducido del 24% a menos del 9%, pero Grecia aún presenta una de las tasas de empleo más bajas de la eurozona, lo que indica desajustes en competencias y salarios. El panorama laboral está marcado por salarios bajos y un mercado inmobiliario inflado, excluyendo a muchos griegos de la recuperación económica.

La Inseguridad Financiera Persiste

A pesar de la disminución del estrés diario causado por la crisis, la inseguridad financiera sigue siendo un problema. Según Eurostat, Grecia es uno de los pocos países de la UE donde la renta real disponible per cápita no ha crecido en 20 años. De 2004 a 2024, la renta de los hogares se prevé que disminuya un 5%. Además, el crecimiento económico no ha garantizado una buena gobernanza. Preocupaciones sobre el estado de derecho, la libertad de prensa y la rendición de cuentas han emergido, y hay acusaciones de que el Gobierno ha obstruido investigaciones clave, como el trágico desastre ferroviario y el escándalo del software espía Predator.

Perspectivas Futuras

¿Está Grecia en mejor estado que durante la crisis? En muchos aspectos, la respuesta es afirmativa. Sin embargo, los problemas crónicos que llevaron al país a la quiebra continúan latentes, generando nuevas debilidades. Así se presenta la Grecia actual: un país con avances visibles, pero que aún lucha con desafíos significativos en su camino hacia la estabilidad y el crecimiento sostenible.