La Antigua Roma marcó un hito en la historia al convertirse en la primera metrópoli en alcanzar el millón de habitantes durante los siglos I y II d.C. Este crecimiento demográfico coincidió con un auge económico que demuestra un hecho claro: una mayor población conlleva un aumento en la actividad económica y, por ende, en la demanda de bienes y servicios. Hoy, en 2023, la población mundial ha superado los 8.300 millones de personas y, con ello, también ha venido un aumento en la riqueza, alimentado por una mejora constante de la productividad.
Sin embargo, el crecimiento no ha sido equitativo. Una pequeña fracción de la población controla la mayor parte de los recursos. Según el reciente World Inequality Report, elaborado por el Laboratorio Mundial de la Desigualdad, el 10% más rico de la población global acumula más de la mitad de los ingresos y las tres cuartas partes de la riqueza total. Este dato revela que los beneficios del progreso económico han favorecido desproporcionadamente a aquellos que ya poseen una fortuna significativa.
La Concentración de la Riqueza
El informe destaca que el 1% más adinerado (aproximadamente 56 millones de personas) posee más riqueza que el 90% de la población más pobre. Esta situación no es solo un hecho aislado; es una característica estructural de nuestro sistema económico. Ricardo Gómez Carrera, uno de los coordinadores del informe, subraya que las rentas y patrimonios han crecido más en la cima de la pirámide, dejando una gran parte de la población atrás.
Un Entorno Favor able para los Millonarios
A lo largo de las últimas tres décadas, el 0,001% de la población ha aumentado su participación en la riqueza mundial, controlando actualmente el 6% de ella. Este fenómeno ha ido de la mano con un incremento del número de milmillonarios, que ahora supera los 3.000 —la cifra más alta desde que se inició su registro—. En total, su patrimonio acumulado alcanza la asombrosa cifra de más de 16,1 billones de dólares, un monto cercano a diez veces el PIB de España.
La acumulación de riqueza en el sector privado ha crecido, en gran medida, gracias a la ola de privatizaciones que ha permitido que activos antes públicos caigan en manos de unos pocos. Según Oxfam, un grupo exclusivo de 32 individuos cuya fortuna supera los 1.000 millones de dólares cada uno ha visto crecer su riqueza en un 21,5% en los últimos años, mientras el resto de la población lucha con el alto coste de la vida.
Desigualdad Persistente
La desigualdad no solo se mide en términos económicos, también es evidente a través de diferencias de género. A nivel global, las mujeres dedican un 55% de su tiempo al trabajo —tanto remunerado como no remunerado—, pero solo reciben un 28% de los ingresos. En regiones como Oriente Medio y Norte de África, las mujeres dedican hasta seis veces más tiempo a las tareas del hogar en comparación con los hombres.
En relación a la fiscalidad, el informe revela paradojas importantes: los más ricos, proporcionalmente, contribuyen menos al sistema fiscal. Por ejemplo, en países como Francia y los Países Bajos, la tasa efectiva del impuesto sobre la renta de los milmillonarios tiende a caer casi a cero debido a la evasión. En contraste, se han propuesto medidas como un impuesto mínimo del 2% sobre el patrimonio de los más ricos, que podría generar entre 200.000 y 250.000 millones de dólares al año, para ayudar a restaurar la progresividad en los sistemas fiscales.
Conclusiones
A medida que el mundo avanza hacia una creciente concentración de riqueza, resulta crucial abordar estos desequilibrios. Existen recursos suficientes para combatir la pobreza, pero la creciente desigualdad complica estas iniciativas. Susana Ruiz de Oxfam Intermón, señala que las iniciativas para que los superricos paguen más son fundamentales. Al declarar que “no es por falta de recursos”, se abre el debate sobre cómo redistribuir la riqueza de manera más justa.
Así, mientras el 1% más adinerado controla una porción desmesurada de los recursos, es vital abrir el diálogo sobre la equidad y la justicia social en un mundo que, paradójicamente, nunca ha tenido tanto.
