Este viernes, Yolanda Díaz encabezará un evento crucial donde se presentará el informe de expertos sobre el salario mínimo interprofesional (SMI). Este documento sugiere un aumento del 3,1% en 2024 si no se tributa, y del 4,7% si sí se tributa. Para respaldar estas cifras, la comisión se basa en la Encuesta de Estructura Salarial de 2022, pero para su elaboración ha tenido en cuenta también estadísticas salariales más actualizadas. Sin embargo, no todos los integrantes de la comisión están de acuerdo en el método utilizado. Dos expertos, representando al Ministerio de Hacienda y el de Economía, han emitido un voto discrepante, argumentando que el informe ignora datos más recientes sobre el salario medio bruto proporcionados por el INE en la Encuesta Anual de Estructura Salarial de 2023.
El Ministerio de Trabajo defiende el enfoque adoptado por la comisión, que cuenta con el respaldo de ocho académicos y catedráticos de prestigio, y señala que los representantes de Hacienda y Economía “se alinean con la patronal frente al consenso científico”. Desde el Ministerio de Hacienda y el de Economía, se han limitado a enfatizar que su desacuerdo es meramente metodológico y que todos están a favor de un SMI más elevado.
Enfoque Metodológico: Orígenes en Debate
El desacuerdo gira en torno a la elección de datos de partida; la mayoría de la comisión utiliza la encuesta de 2022, mientras que algunos defienden que la de 2023 ofrece una continuidad estadística fundamental. Los expertos distantes sostienen que la Encuesta Anual de Estructura Salarial (EAES) aporta información esencial que no debería ser excluida.
Ambos ministerios argumentan que esta metodología introduce un error significativo al desestimar un dato verificado y sustituirlo por una estimación indirecta. Además, aseguran que los microdatos pueden ser solicitados a la Agencia Tributaria, lo que complica aún más el diálogo.
La Comisión de Expertos y los Empresarios
Este grupo de expertos ha sido fundamental en la recomendación de incrementos del SMI desde 2022. Aunque los empresarios no están involucrados en estas comisiones, han cuestionado sus propuestas. Este será el cuarto informe de la comisión, y las diferencias internas sobre el método pueden influir en la formulación final del SMI.
El enfoque de la comisión ha generado un debate vibrante sobre cómo garantizar que el salario mínimo siga siendo competitivo y no pierda poder adquisitivo frente a la inflación. Desde 2018, el SMI ha experimentado un aumento del 61%, elevándose de 736 a 1.184 euros brutos al mes en 14 pagas para el 2025.
El pronunciamiento final sobre el SMI podría definir el rumbo de las políticas salariales en España, reflejando la tensión entre crecimiento económico y justicia social. La expectativa está ahora centrada en la respuesta que brindará el Gobierno después de digerir las recomendaciones de la comisión.
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