El miedo a volar se apodera de los mercados, dejando huellas visibles en la bolsa de Airbus, que ha experimentado una caída cercana al 6% en plena sesión. Este descenso podría marcar la peor jornada de la compañía desde abril, debido a que el gigante europeo de la fabricación de aeronaves ha admitido la existencia de defectos en el fuselaje de algunos de sus aviones insignia, el A320. Esta noticia llegó poco después de que Reuters revelara los problemas, aunque Airbus no ha detallado la cantidad exacta de aeronaves afectadas. Se estima, según la agencia de noticias, que el número podría alcanzarse en decenas, provocando retrasos en varias entregas y poniendo en riesgo el objetivo de realizar 820 entregas en este año, de las cuales lleva completadas 675.
Problemas acumulados y reparaciones en curso
Este inconveniente se suma a un fallo de software reportado el pasado viernes, que afectó a más de la mitad de la flota global de A320. Sin embargo, Airbus ha indicado que ha reparado casi todos los 6,000 aviones que presentaron fallos, quedando menos de 100 por arreglar. El problema se relaciona con un programa que controla la elevación y la inclinación de las alas, haciéndolo susceptible a interferencias provocadas por la radiación solar.
A pesar del significantivo impacto en la bolsa, que también ha afectado a su rival Boeing (con una caída de 0.9%), analistas mantienen una visión optimista sobre el futuro de Airbus. Desde Citi, se afirma que, aunque el problema de software puede parecer preocupante, su impacto fundamental será limitado. Se estima que el coste de reparación se sitúe entre 2.5 y 7.5 millones de euros, recomendando a los inversores mantener sus acciones. Por otro lado, los expertos de Deutsche Bank elogian la respuesta rápida de la compañía, manteniendo un consejo de compra.
Respuestas rápidas y cancelaciones de vuelos
La Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea facilitó a las aerolíneas una actualización del programa A320, permitiendo que muchas corrigieran los defectos en menos de tres horas. Según Philippe Tabarot, ministro de Transportes de Francia, casi todas las aeronaves defectuosas fueron reparadas casi de inmediato. Sin embargo, las unidades más antiguas aún requieren semanas de atención.
Durante el fin de semana, diversas aerolíneas informaron de más de un centenar de vuelos cancelados, un caos que se prolonga hasta el lunes. Avianca ha bloqueado reservas hasta el 8 de diciembre, mientras JetBlue ha cancelado 20 vuelos este día, aunque espera reactivar 137 de los 150 aviones afectados a comienzos de esta semana.
JetBlue, que opera con una flota compuesta mayormente por A320 (232 de 286 aviones), se encuentra entre las más perjudicadas. La aerolínea fue la primera en reportar problemas asociados al software a finales de octubre, cuando uno de sus vuelos desde Cancún a Newark tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Tampa debido a un problema técnico. En ese entonces, los reguladores estadounidenses apuntaron a «una vulnerabilidad a la radiación solar» como la causa del incidente, evidenciando los riesgos que pueden derivarse de estos fallos tecnológicos en la aviación moderna.
