Nos encontramos en el umbral del cierre de ejercicio, y las gestoras junto a los analistas comienzan a ofrecer sus perspectivas para el próximo año. En general, se manifiesta un optimismo cauteloso en un entorno donde el crecimiento económico se mantiene sólido, próximo al crecimiento potencial de las economías, lo que sugiere una baja probabilidad de presiones inflacionarias. Se prevé que el PIB de Estados Unidos crezca alrededor del 2% y el de Europa, en torno al 1%. Por su parte, China experimentará un crecimiento ligeramente inferior al del año anterior, pero existe la posibilidad de que el gobierno impulse la economía si lo considera necesario. La reciente tregua comercial entre Estados Unidos y China, vigente hasta noviembre del próximo año, ha disminuido las tensiones geopolíticas y, un eventual acuerdo de paz en Ucrania podría reforzar las expectativas de crecimiento en Europa.
Inflación y perspectivas de tipos de interés
Los recientes datos sobre el empleo en Estados Unidos generan expectativas de que la Reserva Federal podría realizar de dos a tres recortes de tipos, habiendo ya un ajuste anticipado para la reunión de diciembre. En contraste, en la zona euro, no se prevén cambios significativos en la política monetaria, aunque es más probable un recorte que un incremento de tipos.
En cuanto a la inflación, en Europa parece estar estabilizada cerca del objetivo del 2% del Banco Central Europeo. En Estados Unidos, aunque se encuentra un poco por encima del nivel deseado, los aranceles no han generado un impacto notable, aunque persiste la incertidumbre de un posible repunte en los próximos meses que podría limitar la capacidad de la Fed para recortar tipos.
Inversiones en renta fija y renta variable
Ahora bien, si miramos las recomendaciones por tipo de activos, en renta fija se mantiene la tendencia actual. Los bonos corporativos presentan valoraciones ajustadas, pero continúan siendo atractivos para los grandes inversores, gracias a la sólida situación financiera de las empresas. Se sugiere que las posiciones en duraciones moderadas, entre 3 y 5 años, serán más beneficiosas, evitando bonos con vencimientos excesivamente largos o cortos.
En cuanto al dólar estadounidense, la mayoría de los expertos prevé una nueva depreciación el año que viene. Actualmente, se considera que esta moneda está sobrevalorada, especialmente frente a divisas asiáticas que se encuentran muy baratas. A pesar de esto, la preocupación por la situación del dólar ha disminuido notablemente; en una encuesta de noviembre realizada por Bank of America entre gestores de fondos, el “riesgo” asociado al dólar ha pasado a ser una de las inquietudes menos relevantes, a diferencia de hace solo un par de meses.
Inteligencia artificial: ¿burbuja o revolución?
En este momento, la mayor preocupación de los gestores, con un 45% de encuestados, no es el dólar, sino el potencial riesgo de una burbuja en el ámbito de la inteligencia artificial. Este sentido de inquietud destaca la importancia de moverse con prudencia en un sector que es todavía un enigma, aunque se reconoce que la inteligencia artificial ha llegado para quedarse y su impacto será tan revolucionario como el que tuvo internet en su momento.
Sin embargo, es esencial recalcar que un optimismo desmesurado podría llevar a inversiones excesivas en un sector donde es complicado anticipar a los verdaderos beneficiados y la velocidad de su avance. En el auge de internet, las empresas de telecomunicaciones fueron las que más invirtieron en un principio, pero las grandes plataformas tecnológicas fueron las que finalmente cosecharon las mayores recompensas, justo las que ahora están emprendiendo grandes proyectos de inversión en inteligencia artificial.
En resumen, el panorama para 2026 es optimista, fundado en la estabilidad macroeconómica y la moderación de la inflación, aunque no está exento de riesgos en sectores en evolución, como tecnología y inteligencia artificial. En este contexto, la diversificación será clave para aprovechar un año lleno de oportunidades y desafíos.
Ángel Olea es director de inversiones en Abante.
