Yann LeCun, un pionero de la inteligencia artificial (IA), ha estado inmerso en la búsqueda de máquinas inteligentes desde su infancia en Soisy-sous-Montmorency, Francia. Su fascinación por la IA despegó tras ver «2001: Una odisea del espacio» de Stanley Kubrick, donde un superordenador se torna contra su tripulación. “Descubrí que en los años 50 y 60 ya se entrenaban máquinas en lugar de programarlas manualmente”, recordó hace poco durante un panel que celebró su éxito con el premio de ingeniería Queen Elizabeth. LeCun, uno de los grandes referentes de la IA moderna, ha dirigido investigaciones en Meta durante más de trece años, y ahora se prepara para emprender su propio camino con una nueva start-up enfocada en los world models, modelos que pueden entender y razonar el mundo como lo hace un humano.
Trayectoria y Educación
El cerebro detrás de muchos avances tecnológicos nació en un entorno motivador. Su padre, ingeniero, cultivó en él un temprano interés por la electrónica. Después de finalizar la secundaria, Yann se unió a una de las escuelas de ingeniería más prestigiosas de Francia, la Escuela Superior de Ingenieros en Electrotecnia y Electrónica. En 1987, se doctoró en Informática en la Universidad Pierre y Marie Curie de París, donde su enfoque en el machine learning lo llevó a colaborar con Geoffrey Hinton, otro ícono de la IA, con quien comparte el renombrado Premio Turing.
Luego de una experiencia en la Universidad de Toronto, LeCun dio el salto a la esfera empresarial en 1988 al unirse a AT&T, donde se dedicó a investigar el aprendizaje automático y la compresión de imágenes. En 2003, se trasladó a la Universidad de Nueva York, donde combina la enseñanza con la creación de compañías en diversas áreas, desde autenticación biométrica hasta desarrollo musical.
Facebook y el Código Abierto
En 2013, se unió a Facebook (ahora Meta) como director de investigación en IA. Su elección por esta compañía se debió a su firme creencia en el código abierto. En una entrevista, argumentó que el avance de la IA requería la colaboración entre la industria, el academia y el gobierno, lo que contrastaba con la secrecía de otras grandes empresas tecnológicas. Sin embargo, la apertura de Meta ha disminuido con el tiempo, seedimiento que podría haber impulsado su reciente decisión de emprender rumbos nuevos.
Una Perspectiva Única sobre la IA
LeCun es conocido por sus opiniones innovadoras sobre lo que debe ser la IA. Critica a los modelos de lenguaje, como los que alimentan a ChatGPT, considerándolos un callejón sin salida. A pesar de su eficacia, sostiene que estos sistemas están limitados y no comprenden el mundo real. A sus ojos, lograr la inteligencia artificial general es más acerca de desarrollar máquinas que entiendan su entorno físico que de acumular grandes bases de datos lingüísticas.
Uno de sus hitos más destacados fue la creación de LeNet-5, un potente sistema de reconocimiento de caracteres. Además, durante su carrera ha contribuido a múltiples tecnologías de compresión de imágenes y reconocimiento de voz. LeCun a menudo enfatiza que los LLM no son más inteligentes que muchos animales; proponiendo que el camino hacia la inteligencia general podría centrarse en combinar observaciones del mundo con técnicas de planificación.
El Futuro que le Aguarda
La inminente salida de LeCun coincide con un cambio de estrategia en Meta, que ha realizado enormes inversiones en IA y espera resultados inmediatos. Su enfoque académico y su escepticismo hacia los LLM no alinean con la dirección que la empresa busca. La reciente adquisición de una participación mayoritaria en ScaleAI fue una jugada significativa para el futuro de Meta, y las especulaciones sobre su posible partida han llevado a la compañía a una depreciación de más de 30,000 millones de dólares en muy poco tiempo.
LeCun, quien una vez debió simplificar su apellido para facilitar su integración en Estados Unidos, sigue siendo un individuo audaz en su campo. Su historia y perspectivas nos recuerdan que el futuro de la IA puede tener aún muchas sorpresas. Su desafío es claro: desarrollar una inteligencia artificial que no solo funcione, sino que también sea jurídicamente responsable y ética.
