Shein, el titán chino de la moda ultrarrápida, está bajo el escrutinio de Europa. Esta plataforma ha transformado el panorama del consumo textil gracias a sus precios accesibles y su asombrosa rapidez de producción. Sin embargo, en las últimas semanas, ha tenido que lidiar con una serie de retos regulatorios que podrían afectar su modelo de negocio. La Unión Europea la investiga por presuntas prácticas comerciales engañosas, mientras que Francia ha bloqueado temporalmente su sitio web tras un escándalo relacionado con la venta de muñecas sexuales. Además, Italia la sancionó con un millón de euros por desinformación sobre el impacto ambiental de sus productos —una práctica conocida como greenwashing. Las voces de retail, como la Asociación Retail España (ARTE), exigen que se respeten las mismas reglas en el mercado.
El secreto detrás del éxito de Shein
A diferencia de un diseñador de moda convencional, Shein se especializa en crear patrones de consumo. Su ventaja radica en un potente algoritmo que analiza en tiempo real las tendencias de múltiples mercados, ajustando la oferta con una velocidad asombrosa. Esta combinación de inteligencia artificial, proveedores flexibles y precios bajos ha desafiado las normas de competencia en todo el mundo.
La compañía, que no opera en China y enfoca sus ventas en el extranjero, reportó ingresos de 37.000 millones de dólares (aproximadamente 32.000 millones de euros) en 2024, según datos de su empresa matriz, Roadget Business. Para el 2025, se prevé que su ganancia neta alcance los 2.000 millones de dólares (1.734 millones de euros), lo que representaría un aumento significativo con respecto a los 1.100 millones del año anterior. En comparación, Inditex generó 38.600 millones de euros y tuvo beneficios de 5.900 millones, mientras que H&M reportó 22.000 millones de euros en ventas con una ganancia de 1.000 millones.
Crecimiento imparable en el mercado europeo
Hasta mediados de 2024, Shein cuenta con 146 millones de usuarios mensuales en la Unión Europea, lo que supone un crecimiento del 16% en comparación con el año anterior. Las exportaciones económicas de Shein, junto a otras plataformas como Temu y Alibaba, suman 20.500 millones de dólares (alrededor de 17.800 millones de euros) en lo que va del año, casi quintuplicando los datos de 2020.
Desde su fundación en 2008 en Nanjing, Shein ha realizado movimientos estratégicos, como el traslado de su sede a Singapur en 2022 para facilitar su expansión internacional. Su modelo operativo se basa en asociaciones con pequeños talleres textiles, donde negocian precios más bajos a cambio de volumen y fidelidad en los pedidos.
La realidad en la producción
El distrito de Panyu en Guangzhou, China, alberga uno de los principales núcleos de producción de Shein, con más de 7.200 empresas dedicadas a la confección. Las calles están llenas de talleres y motorizados transportando materiales. Un propietario de taller, Luo Weijun, comentó que aprecia el modelo de Shein como «más humano» que aquel de competidores como Temu o Amazon, aunque otros empresarios advierten sobre los reducidos márgenes de beneficio al trabajar con la marca.
Sin embargo, la realidad del trabajo en estas instalaciones es problemática. Prácticas laborales ilegales, bajas remuneraciones y largas jornadas son comunes, según informes de organizaciones como Public Eye.
Desafíos y escándalos
En febrero, Shein admitió haber identificado casos de trabajo infantil entre sus proveedores, asegurando que se habían abordado de inmediato. La empresa también había considerado salir a Bolsa en Londres por 50.000 millones de libras, pero esa operación no prosperó. Actualmente, se plantean regresar a China como parte de su estrategia para una probable salida a bolsa en Hong Kong.
El modelo de negocio de Shein también se basa en la explotación de vacíos fiscales y aduaneros, lo que ha generado tensiones con Estados Unidos y la UE. Bruselas está revisando sus cláusulas de importación, así como implementando medidas bajo la Ley de Servicios Digitales (DSA), que exige a plataformas digitales cumplir con requisitos adicionales para la legalidad de los productos que ofrecen.
La vigilancia por parte de la Unión Europea sobre Shein se ha intensificado, generando procedimientos que podrían llevar a sanciones severas. Whatever the outcome, el futuro de Shein en Europa parece tan vibrante como incierto, enfrentando desafíos significativos en su camino hacia la dominación del mercado global de la moda.
