Indra advierte sobre la falta de capacidad en las redes de transporte para un despliegue militar masivo

Indra advierte sobre la falta de capacidad en las redes de transporte para un despliegue militar masivo

La creciente necesidad de un rearme militar europeo se ha vuelto una prioridad, impulsada por el reciente acuerdo de la Unión Europea y la OTAN. Este proceso va más allá de simple armamento; implica la capacidad de movilizar rápidamente tropas y equipo en situaciones de crisis. Sin embargo, las infraestructuras actuales en Europa —carreteras y ferroviarias— son insuficientes para el transporte militar efectivo. A esto se suman los obstáculos burocráticos que dificultan la movilidad, especialmente ante ataques aéreos o cibernéticos. Para abordar estos desafíos, la UE planea invertir cerca de 50.000 millones de euros en la mejora de la movilidad militar, enfocándose en la modernización de las redes ferroviarias.

La complejidad del transporte militar

Un ejemplo ilustrativo presentado por José Miguel Rubio Sánchez, responsable de transporte ferroviario de Indra, destaca la problemática de mover un tanque Leopard desde Madrid a Kiev. Realizar este recorrido por carretera sería inviable, ya que el viaje tardaría aproximadamente tres meses y las infraestructuras no están diseñadas para soportar el peso del vehículo, alrededor de 27 toneladas. Optar por el tren tampoco es sencillo: muchas vías no tienen la capacidad necesaria para cargas pesadas y carecen de un sistema dual que permita el transporte simultáneo de pasajeros y equipo militar.

Obstáculos en el camino

Incluso si un convoy logra llegar a la frontera francesa, se enfrenta a serias complicaciones. La burocracia de los controles fronterizos y la incompatibilidad técnica en el ancho de vía complican aún más el proceso. A pesar de que algunos trenes de pasajeros pueden cambiar de ancho, las unidades de carga militar se encuentran restringidas a su tipo específico de vía. Esto significaría múltiples transbordos, especialmente al cruzar países exsoviéticos con sus propias especificaciones ferroviarias.

Durante el conflicto en Ucrania, se evidenció que mover equipos pesados por Europa es una tarea monumental. Rubio subraya la urgencia de establecer normativas comunitarias para la movilidad militar y la necesidad de digitalizar los procesos de transporte para facilitar un ecosistema interoperable que permita un seguimiento en tiempo real.

Desafíos y soluciones para la resiliencia energética

El trayecto de 3.634 kilómetros entre Madrid y Kiev también presenta el riesgo de ataques que podrían interrumpir el viaje, desde drones dañinos hasta la destrucción de puentes o subestaciones eléctricas. Ante esto, se trabaja en el desarrollo de trenes con baterías y sistemas de generación eléctrica para garantizar la continuidad del transporte militar.

Rubio menciona que un tanque Leopard tiene un valor económico similar al de un tren de alta velocidad, lo que convierte a un convoy de este tipo en un objetivo estratégico. Por ello, se sugiere la instalación de escudos antidrones en corredores militares clave y mejorar las capacidades de ciberdefensa para mitigar riesgos.

Inversiones en infraestructura ferroviaria

En respuesta a estos retos, Europa ha aumentado significativamente su presupuesto para infrastrucutras ferroviarias con fines defensivos, alcanzando los 17.000 millones de euros. Esta cifra se complementará con otros 30.000 millones destinados a la movilidad militar desde el presupuesto de defensa, sumando una inversión masiva en seguridad y movilidad.

Indra se posiciona como un actor clave en este escenario, siendo la única empresa europea con capacidades en tecnología ferroviaria y militar, lo que le otorga una ventaja competitiva en la implementación de estas inversiones cruciales. La próxima confirmación de estos fondos por parte de la UE podría marcar el inicio de una nueva era en la movilidad militar en Europa.