En la actualidad, los consumidores estadounidenses con mayores ingresos y edad están desempeñando un papel fundamental en el mantenimiento del gasto, mientras que las generaciones más jóvenes y los segmentos con menos recursos parecen rezagarse. La reciente caída de ventas de cadenas de comida rápida como Cava y Chipotle sirve como una clara señal de alarma.
El gasto del consumidor representa alrededor del 70% de la economía de EE. UU., y aunque esta dinámica ha continuado a pesar de las fluctuaciones en las políticas comerciales, también revela disparidades significativas. En el segundo trimestre, el 10% de los estadounidenses más adinerados generó casi la mitad del gasto total, una cifra que contrasta drásticamente con el 40% que representaban en la década de 1990. Este fenómeno, conocido como la «dinámica en forma de K», se manifiesta en diversos sectores: datos de Citigroup indican que el gasto con tarjetas de crédito ha aumentado de manera constante durante los últimos cuatro trimestres. Sin embargo, las tarjetas emitidas por minoristas, comúnmente utilizadas por personas con menores calificaciones crediticias, han visto una disminución en el gasto.
### Impacto en la juventud y los nuevos restaurantes
La situación es particularmente preocupante para los jóvenes, quienes dependen de un mercado laboral activo para mejorar sus condiciones salariales. A pesar de una ausencia de despidos masivos, la contratación ha comenzado a decaer. Como resultado, el crecimiento de los ingresos reales ha tocado fondo, impactando con mayor intensidad a los estadounidenses de entre 25 y 29 años, según un análisis de JP Morgan. Esta problemática se ve agravada por el inminente fin de la moratoria sobre los préstamos estudiantiles, que costará al prestatario medio alrededor de 100 dólares adicionales al mes, según TD Cowen.
Este escenario representa un desafío significativo para los restaurantes emergentes que suelen atraer a un público más joven. En el último año, las acciones de empresas como Mediterranean Cava y Sweetgreen han tenido un desempeño desalentador. En contraste, los gigantes del sector, como McDonald’s y Yum Brands (KFC), han visto un leve aumento en sus acciones. McDonald’s, por su parte, ha mantenido sus precios estables desde la pandemia, introduciendo además menús asequibles. Por otro lado, marcas que ofrecen opciones más exclusivas, como Cava y Chipotle, que habían prosperado tras el periodo pandémico, han visto caer su valor en bolsa; Chipotle, por ejemplo, experimentó un descenso superior al 15% en las acciones tras ajustar a la baja sus previsiones de ventas, señalando especialmente la debilidad entre los consumidores de veinte años.
Este análisis pone de manifiesto la necesidad de entender las tendencias de consumo en un contexto económico cambiante y la importancia de adaptarse a las diferentes realidades económicas de los distintos grupos demográficos. A medida que avanza el tiempo, el comportamiento de los consumidores y las decisiones de compra seguirán marcando la pauta en el sector y, por ende, en la economía en su conjunto.
