La economía alemana se enfrenta a un enigma, tratando de superar un periodo de debilidad que ha marcado los últimos años. En un giro esperanzador, este año se proyecta un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 0,2%, aunque sigue siendo un avance modesto comparado con otros países europeos. La presidenta del consejo de expertos económicos, Monika Schnitzer, aseguró que, tras dos años de recesión, Alemania comienza a mostrar una tendencia positiva, aunque con un crecimiento que se anticipa más robusto para el año siguiente.
Factores que Afectan el Crecimiento
El grupo de expertos, conocido como el Consejo de los Cinco Sabios, atribuye este crecimiento limitado a factores como la baja actividad de inversión privada y un desempeño decepcionante en las exportaciones. Los desafíos del entorno global, incluido un comportamiento comercial impredecible por parte de EE. UU. y una apreciación del euro, han complicado la competitividad alemana.
Para el año 2026, las proyecciones siguen siendo cautelosas, con un crecimiento del PIB estimado en 0,9%. Esta cifra, ligeramente revisada a la baja respecto a pronósticos anteriores, se relaciona con un aumento en el gasto público y una mayor cantidad de días laborables, gracias a la coincidencia de festivos con fines de semana. Sin embargo, el Gobierno alemán se muestra optimista, proyectando un crecimiento del 1,3% para el próximo año.
Recomendaciones Clave para el Futuro
El informe anual titulado Crear perspectivas para el mañana, no desperdiciar oportunidades presentado a Friedrich Merz, canciller alemán, incluye sugerencias fundamentales para salir del estancamiento económico más prolongado desde la Segunda Guerra Mundial. Para avanzar, se destacan la necesidad de mejorar la productividad, fortalecer la integración del mercado interior europeo y llevar a cabo reformas fiscales.
Un componente crucial del plan es el fondo especial para infraestructuras y la neutralidad climática, conocido como SVIK, que dispone de 500.000 millones de euros. Se espera que estos fondos generen efectos significativos en el crecimiento, aunque las proyecciones iniciales indican que su impacto podría ser limitado si se distribuyen principalmente en gastos de consumo y reasignaciones presupuestarias. Los expertos recomiendan que un comité independiente supervise el uso eficiente de estos fondos.
Incentivos a la Inversión Privada
El gobierno de Merz también busca incentivar la inversión privada, ya que esta representa una parte esencial de la economía. Para ello, se implementó un paquete de medidas fiscales que busca reducir los impuestos sobre sociedades y, con ello, fomentar el crecimiento y la inversión empresarial.
Sin embargo, el Consejo de Sabios aconseja que la política de impuestos busque una mayor neutralidad, lo que permitirá equilibrar las condiciones para la financiación y disminuir la dependencia del endeudamiento. Además, sugieren fortalecer la acumulación de patrimonio de los hogares y revisar el tratamiento fiscal de las herencias.
La Unidad de Europa como Oportunidad
En un contexto geopolítico incierto, la experta Ulrike Malmendier subrayó la importancia de la unidad europea. A su juicio, estos tiempos de volatilidad pueden convertirse en una oportunidad para establecer a Europa como un refugio de estabilidad, propiciando un entorno atractivo para empresas en crecimiento. Sin embargo, es fundamental eliminar las barreras comerciales que limitan el libre flujo de bienes, servicios y capitales en la región.
Por último, en medio de un déficit proyectado de más de 170.000 millones de euros en el presupuesto federal para 2027-2029, se hacen recomendaciones para estabilizar las finanzas del Estado de manera sostenible, sugiriendo recortes en gastos cuestionables que no aportan al desarrollo a largo plazo.
Esta panorámica de la economía alemana no solo refleja la lucha por la recuperación, sino también el potencial de transformación en un entorno cambiante y desafiante.
