Euskadi busca reemplazar su central de gas natural con hidrógeno local

Euskadi busca reemplazar su central de gas natural con hidrógeno local

El hidrógeno verde se perfila como uno de los protagonistas en la transición energética, especialmente en industrias que enfrentan retos significativos en su descarbonización, como la siderurgia, la química y la cementera. Este avance no solo es crucial para el medio ambiente, sino también para impulsar la economía de Euskadi.

En este contexto, el Gobierno vasco junto a Enagás ha lanzado un ambicioso proyecto: un hidroducto de 163 kilómetros que cruzará cerca de 50 municipios de la región, con una inversión inicial de 400 millones de euros. A nivel nacional, se prevé que la infraestructura de distribución se extienda a 2,600 kilómetros, abarcando trece comunidades autónomas. Este emprendimiento, con un coste total superior a los 4,000 millones, se financiado en un 50% por fondos comunitarios y contará con enlaces hacia Francia y Portugal.

El Puerto de Bilbao emerge como el núcleo del nuevo corredor vasco del hidrógeno (BH2C), donde se presentó el proyecto del hidroducto. Mikel Jauregi, consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno vasco, destacó una operación esencial: la transformación de la central de ciclo combinado BBE, que actualmente utiliza gas natural licuado (GNL) importado de EE.UU. La visión es que esta planta opere con hidrógeno verde generado localmente, un paso significativo hacia la autonomía energética y la reducción de la dependencia de fuentes externas, especialmente en el contexto de la crisis energética provocada por la invasión de Ucrania.

Además, Petronor, una filial de Repsol, ya está en camino con un electrolizador de 2.5 MW para producir hidrógeno renovable y está desarrollando otro de 10 MW en el Puerto de Bilbao. La ambición se extiende a un tercer proyecto con una capacidad planificada de 100 MW, que permitirá a Euskadi generar un total de 100,000 toneladas de hidrógeno renovable para el año 2030, gracias a una capacidad de 300 MW.

Arturo Gonzalo, CEO de Enagás, reveló que el proyecto del hidroducto se comunicará de manera directa a los pobladores de los municipios afectados, buscando involucrar a diferentes colectivos sociales. Un detalle relevante es que el nuevo hidroducto seguirá la misma ruta que la actual red de distribución de gas natural de Nortegas, lo que facilitará su implementación sin complicaciones burocráticas.

Este conjunto de proyectos no solo representa una transformación energética, sino que refuerza el compromiso de Euskadi en la lucha contra el cambio climático, marcando un camino hacia un futuro más sostenible y autónomo.