Campbell Soup Company toma medidas ante comentarios ofensivos
En un giro sorprendente dentro de la industria alimentaria, Campbell Soup Company ha decidido despedir a Martin Bally, su vicepresidente de tecnología de la información, tras la difusión de unas declaraciones profundamente inapropiadas. Durante una reunión registrada por Robert Garza, un exempleado de la empresa, Bally lanzó críticas muy duras sobre los productos de la compañía, describiéndolos como alimentos «altamente procesados para pobres». No se detuvo ahí; también realizó comentarios despectivos hacia sus compañeros de trabajo de origen indígena, llamándolos «idiotas».
Un escándalo que no se pudo ignorar
La controversia salió a la luz el 20 de noviembre cuando Garza presentó una demanda en el Tribunal del Condado de Wayne en Michigan. En su declaración, aseguró que había grabado la reunión donde Bally realizaba sus comentarios ofensivos. En respuesta, Campbell emitió un comunicado reconociendo que la voz en la grabación corresponde a Bally y enfatizó que «los comentarios fueron vulgares, ofensivos y falsos». La empresa se disculpó públicamente por el daño causado y aseguró que tales expresiones no representan los valores de su cultura organizacional.
Tras el revuelo generado, Bally fue apartado de su cargo el martes. La compañía reafirmó que este tipo de lenguaje no tendrá cabida en su entorno laboral y subrayó su compromiso con una comunicación respetuosa.
Aclarando la calidad de sus productos
Además de abordar el despido, Campbell aprovechó la ocasión para defender la calidad de sus ingredientes. La empresa se apresuró a aclarar que no utiliza «pollo impreso en 3D, pollo cultivado en laboratorio ni ningún tipo de carne artificial o bioingeniería en nuestra sopa». Esta aclaración busca mitigar cualquier preocupación que el malentendido pudiera haber causado entre sus consumidores.
Despido y represalias
Según la demanda de Garza, quien fue contratado en septiembre de 2024 como analista de ciberseguridad, el despido se produjo como respuesta a su denuncia sobre los comentarios de Bally. La demanda lleva acusaciones que no solo afectan a Bally, sino también a Campbell por supuestas violaciones de la ley estatal de derechos civiles.
Con este episodio, Campbell Soup Company enfrenta no solo un desafío interno, sino también la responsabilidad de restaurar su imagen ante el público. La empresa ha reiterado su compromiso con sus principios y la importancia de mantener un ambiente de trabajo inclusivo y respetuoso.
