Apagón Revela Fallos en Desconexión de Generadores, Según la Agencia Internacional de la Energía

Apagón Revela Fallos en Desconexión de Generadores, Según la Agencia Internacional de la Energía

La reciente crisis eléctrica en la Península Ibérica, que tuvo lugar el 28 de abril, ha puesto de relieve un hecho crucial: la seguridad del sistema eléctrico no solo depende de la generación de energía, sino también de la operatividad de la red y la interacción de todos los componentes conectados. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el apagón fue causado por una serie de fallos técnicos rápidos, incluyendo una desconexión errónea de generadores, a pesar de que la tensión no había superado los límites establecidos.

El Desenlace del Apagón

En un informe complementario a la ‘Perspectiva Energética Mundial 2025’, la AIE explica que, en los momentos previos al incidente, el sistema eléctrico comenzó a mostrar señales de inestabilidad, con fluctuaciones inusuales en la tensión y el flujo de potencia. Esta situación llevó a un aumento repentino en los niveles de tensión, lo que provocó que los sistemas de protección desconectaran incorrectamente generadores que estaban en función de absorber potencia reactiva.

A medida que se desconectaban más centrales, la tensión continuó aumentando, resultando en una «cascada de desconexiones». Esto generó una situación de caos, donde cientos de megavatios (MW) de fuentes de energía más pequeñas se desconectaron inesperadamente, complicando aún más la respuesta de los operadores del sistema.

La Clave: Preparación y Conexiones

La AIE subraya que esta crisis reafirma que la seguridad eléctrica requiere no solo generación, sino también operatividad eficiente de la red. Esto resalta la necesidad de establecer normas que obliguen a todos los generadores a colaborar durante situaciones de emergencia y desconectarse solo bajo criterios claros.

Además, la rápida recuperación del suministro eléctrico en la Península Ibérica fue posible gracias a la robusta interconexión con países vecinos, una sólida estructura de protocolos de emergencia y la disponibilidad de capacidades de arranque en negro. La AIE destaca que «mantener y fortalecer estas capacidades es esencial para un futuro energético seguro».

La atención internacional que ha generado este apagón ofrece una valiosa oportunidad para reevaluar los principios comunes de seguridad y resiliencia del suministro eléctrico a medida que los sistemas energéticos evolucionan.

Cuatro Elementos Clave para la Seguridad Eléctrica

La AIE identifica cuatro pilares fundamentales que deberían estar presentes en todos los sistemas eléctricos:

  1. Infraestructura de Red Robusta: Una base sólida que incluya redes fuertes y conexiones regionales es esencial para operar de manera segura.

  2. Flexibilidad del Sistema Eléctrico: Equilibrar la oferta y la demanda es crucial. Esto puede incluir respuestas a la demanda, almacenamiento de energía y generación gestionable, asegurando que los mercados valoren adecuadamente estos servicios.

  3. Soluciones Técnicas: La implementación de tecnologías como condensadores síncronos y baterías con inversores formadores de red puede ayudar a mantener la estabilidad del sistema a medida que cambian las fuentes de generación.

  4. Adaptación Operativa: A medida que los sistemas eléctricos se transforman, es fundamental actualizar los marcos regulatorios, incluyendo códigos de red, requisitos de reserva y mecanismos de balance.

La AIE advierte que los costos económicos de los apagones son elevados. Ejemplos recientes, como los apagones en Chile y la Península Ibérica, ilustran cómo las interrupciones pueden tener efectos en cadena que impactan a millones de personas. Con el incremento de la electricidad en el consumo final y la creciente complejidad de los sistemas eléctricos, la seguridad del suministro se vuelve cada vez más crucial.

La lección es clara: invertir en infraestructura y protocolos efectivos es esencial para garantizar un suministro eléctrico seguro y confiable en el futuro.