El Parlamento alemán ha dado luz verde a su presupuesto para el año venidero, marcando un hito con el segundo mayor nivel de endeudamiento en la historia de la República Federal. Este presupuesto, que se eleva a unos impresionantes 525.000 millones de euros, contempla casi 100.000 millones financiados a través de créditos y unos 83.000 millones destinados a deuda adicional mediante fondos especiales enfocados en defensa, infraestructura y protección climática.
Debate y aprobación del presupuesto
Después de una semana intensa de discusiones centradas en el elevado endeudamiento que supera los 180.000 millones de euros, el borrador presupuestario fue aprobado con 322 votos a favor contra 252 en contra. Así, el Gobierno podrá gastar cerca de 630.000 millones de euros el próximo año, incluyendo el presupuesto ordinario y las inversiones en defensa.
La generación de este nivel de deuda ha sido factible tras la relajación de las normas de endeudamiento, impulsada por una colaboración entre conservadores, socialdemócratas y los Verdes, justo tras las elecciones generales. En marzo, se aprobó una reforma que permitió crear un fondo especial de 500.000 millones de euros para inversiones en infraestructura y medio ambiente, financiado durante 12 años sin estar sujeto al límite de deuda del 0,35 % del PIB anual, estipulado para momentos de estabilidad económica.
Inversiones clave y sus objetivos
La finalidad de este fondo es clara: revitalizar el estado de puentes, escuelas y ferrocarriles en mal estado. Sin embargo, economistas advierten sobre el peligro de usar estos recursos para cubrir otros déficits presupuestarios. Además, el gasto en defensa que supere el 1 % del PIB queda exento del freno de deuda, lo que genera un amplio margen para las inversiones militares.
El Gobierno, encabezado por Friedrich Merz, defiende su enfoque presupuestario como una estrategia audaz destinada a reactivar la economía alemana, fomentar la competitividad empresarial y recuperar el crecimiento. Lars Klingbeil, ministro de Finanzas y vicecanciller, enfatizó la importancia de acelerar las inversiones, reducir la burocracia y garantizar que estos fondos se inviertan en territorio nacional.
Asignaciones y prioridades
El presupuesto de 2026 también representa un incremento significativo para muchos ministerios. En particular, el ministro de Defensa, Boris Pistorius, verá un aumento del 33 % en su asignación, alcanzando un total de 83.000 millones de euros. Esto se complementa con otros miles de millones procedentes del fondo especial creado tras la invasión rusa de Ucrania, lo que elevará el gasto en defensa a 108.000 millones de euros, la cifra más alta desde el fin de la Guerra Fría. Esta inversión se destinará a mejorar el equipamiento militar y munición, y parte de ella se financiará con créditos. Asimismo, Ucrania recibirá 11.500 millones de euros en ayuda militar, la cifra más elevada desde el inicio del conflicto.
Por otro lado, el crecimiento del gasto social es otro de los retos que enfrenta el Gobierno, con más de un tercio del presupuesto destinado a la ministra de Trabajo y Asuntos Sociales, Bärbel Bas. Este fondo se utilizará principalmente para cubrir pensiones y el incremento del gasto en seguros médicos y de dependencia, con asignaciones que superan los 197.300 millones de euros.
Perspectivas y desafíos futuros
Cabe resaltar que los pagos de intereses de la deuda se duplicarán hacia 2029, ascendiendo de 34.000 millones de euros al año a aproximadamente 66.500 millones, lo que limitará los recursos disponibles para futuras inversiones. Por ello, es crucial que la economía se reactive pronto para aumentar los ingresos fiscales. “Haremos todo lo posible para que nuestra economía vuelva a funcionar de facto”, prometió Klingbeil. Mientras tanto, el Consejo de los Cinco Sabios, el grupo de expertos económicos que asesora al Gobierno, prevé un crecimiento del PIB del 0,2 % para este año y del 0,9 % para 2026.
