El CEO del grupo de aerolíneas Air France-KLM, Ben Smith, ha confirmado su interés en la aerolínea portuguesa TAP, un rumor que ya circulaba en el sector. A través de la agencia Bloomberg, Smith anunció que ha presentado una propuesta para adquirir el 44,9% de la compañía, actualmente en venta. Este proceso está en su fase inicial, con un plazo hasta el 22 de octubre para que otros interesados hagan su oferta.
Movimientos y Estrategias en el Sector Aéreo
Durante la presentación de resultados del tercer trimestre, Smith indicó que Air France-KLM está activamente evaluando la oportunidad de invertir en TAP. Por su parte, el CEO de International Airlines Group (IAG), Luis Gallego, ha adoptado una postura más cautelosa, afirmando que su compañía está en proceso de análisis. En una reciente entrevista, Gallego destacó que IAG busca aerolíneas en las que pueda ejercer un control total, ya que esto facilita su desarrollo. La privatización de TAP dependerá en gran medida de la continuidad de un plan de privatización que el Gobierno portugués ya ha comprometido.
El valor inicial del 44,9% de TAP se ha estimado en 700 millones de euros, y se planea distribuir un 5% adicional entre los empleados de la aerolínea, mientras que el 50,1% restante seguirá en manos públicas por el momento. Gallego también señaló que la opción de IAG representa la menor complejidad respecto a las regulaciones de competencia, a diferencia de su anterior intento de adquirir Air Europa, que generaría más solapamiento en el mismo hub de Madrid-Barajas. En este sentido, TAP se presenta como una oportunidad más suave en el panorama europeo.
La Atracción de TAP en el Mercado Aéreo
La posible privatización de TAP busca recuperar parte de los 3.200 millones de euros que el Estado invirtió para estabilizar la aerolínea durante la crisis provocada por la pandemia. Tres de los principales grupos europeos, incluida Lufthansa, han puesto su mirada en TAP, que es única en su categoría al no formar parte de un gran conglomerado aéreo. Modelos similares, como el caso de Air Europa y su asociación con Turkish Airlines, han mostrado el camino que podría tomar TAP.
La importancia de TAP radica en su cuota de mercado del 25% en las rutas entre Europa y Brasil, lo que la convierte en un activo atractivo tanto para IAG como para Air France-KLM y Lufthansa. Además, su dominio sobre los aeropuertos de Lisboa y Oporto, junto con su oferta de rutas hacia el norte de África, la hacen aún más valiosa.
Un Camino de Intentos de Privatización
Los intentos de privatización de TAP no son nuevos. A principios de los años noventa, hubo un intento fallido con Swiss, y en 2015, David Neeleman, propietario de JetBlue y Azul, adquirió el 61%, aunque su gestión fue breve, llevando al Estado a recuperar el control total tras el estallido de la pandemia.
En relación con la posibilidad de atraer inversores no comunitarios, sería clave recordar que cualquier adquisición que implique menos del 50% por parte de un inversor ajeno a la Unión Europea debe cumplir con la normativa vigente, que exige que más de la mitad del capital pertenezca a accionistas comunitarios para mantener la licencia de operación.
Con TAP como un emocionante campo de juego para las aerolíneas europeas, el cierre del proceso de venta en octubre dejará claro quiénes son los verdaderos interesados en dar un paso hacia adelante en el competitivo mundo de la aviación.
