A lo largo del debate en el Congreso, Néstor Rego, diputado del BNG, instó a sus colegas a apoyar esta «segunda oportunidad» para garantizar los derechos de los trabajadores y promover el derecho a la desconexión. Según Rego, esta propuesta no solo mejoraría la calidad de vida de la clase trabajadora, sino que también facilitaría la conciliación entre el trabajo y la vida familiar. Citó el ejemplo de Francia, donde la jornada laboral fue establecida en un máximo de 35 horas hace 25 años.
Críticas a la Propuesta del BNG
Durante el debate, el diputado de Junts, Josep Maria Cervera, calificó la intención del BNG como un intento de revivir una propuesta que ya había sido rechazada. Aseguró que su partido se opone a reducir la jornada laboral sin un diálogo social previo y criticó el ejemplo de Francia, argumentando que actualmente enfrenta problemas políticos y laborales, incluyendo la posible reducción de festivos.
Desde las filas del PP, María Isabel Prieto también expresó su oposición. Indicó que una medida de esta magnitud no puede implementarse «a espaldas» del sector empresarial y acusó al BNG de fomentar un enfrentamiento entre trabajadores y empresarios con una narrativa que considera obsoleta.
Juan José Aizcorbe, diputado de Vox, añadió que considera la propuesta del BNG como una táctica para generar confusión, afirmando que solo aumentaría la fragmentación del empleo y convertiría el trabajo en un «privilegio para unos pocos».
Respaldo a la Iniciativa desde la Izquierda
Contraponiéndose a las críticas de la derecha, Ana Cobo del PSOE manifestó el apoyo de su grupo a la norma, enfatizando la incongruencia de que PP y Junts, a pesar de sus diferencias, se unan en desproteger a los trabajadores. Verónica Martínez Barbero de Sumar también se mostró favorable a la iniciativa, señalando que es una demanda creciente en la sociedad y que, sin duda, la reducción de la jornada sin mermar salarios se concretará.
Asimismo, tanto ERC como EH Bildu anunciaron su voto favorable, mientras que el PNV, que había apoyado la opción del Gobierno de 37,5 horas, insistió en la importancia de retomar el proyecto para establecer una jornada laboral ajustada.
Este debate todavía tiene muchas aristas por explorar y un impacto significativo en el futuro de la legislación laboral en España. La lucha por reducir la jornada laboral se presenta como un tema candente en la agenda política, y su resolución afectará no solo a los trabajadores, sino a toda la estructura del sistema empresarial del país.