Giorgio Armani ha construido una de las últimas grandes potencias independientes en el mundo del lujo, eligiendo firmemente no participar en ofertas de adquisición de gigantes del sector. «Si hubiera un acuerdo familiar, no habría titubeado», comentó Kurt Bielawski, excomprador de Armani en Neiman Marcus, durante nuestra charla por Zoom.
Armani no solo era el fundador, sino el único dueño de su marca, que está valorada en 12.100 millones de dólares y abarca desde ropa y productos de belleza hasta restaurantes y chocolates gourmet. Poseía el 100% de sus filiales de fabricación y mantenía una participación financiera en asociaciones de licenciamiento.
No obstante, su testamento reveló una directiva sorprendente: en un año y medio, se debería vender el 15% del grupo, preferentemente a LVMH, L’Oréal o EssilorLuxottica. Además, se contemplaba la posibilidad de vender hasta un 54,9% en cinco años para facilitar el traspaso de control. Si no se encontraba un comprador adecuado, el grupo tendría que salir a bolsa.
Bielawski añadió: «Armani era un diseñador con una mentalidad empresarial, siempre pensando en la longevidad y en quiénes cuidarían su legado».
Leo Dell’Orco, un colaborador de larga data de Armani y director de la línea masculina, se encargará de las operaciones diarias con 30% de acciones y 40% de derechos de voto. La sobrina de Armani, Silvana, quien dirige el diseño de la línea femenina, y su sobrino Andrea Camerana, también tendrán el 15% de acciones y derechos de voto, representando a la próxima generación. Mientras tanto, su otra sobrina, Roberta, y su hermana Rosanna recibirán el 15% de las acciones, sin derechos de voto.
En este entramado se encuentra la Fundación Giorgio Armani, creada en 2016 para proteger los principios de estilo de la marca, que mantiene el 10% de las acciones y el 30% de los derechos de voto. Esto le otorga un poder de veto crucial ante cambios corporativos significativos. Tras la venta del 15%, la distribución de los derechos de voto se ajustará, pero la estructura permanecerá similar.
Con respecto al futuro creativo de la marca, Pantaleo Dell’Orco podría asumir ese liderazgo, según Jeannine Diego, profesora adjunta en la Escuela de Artes de la Universidad Commonwealth de Virginia. Sin embargo, ella plantea dudas: «Dell’Orco no es Armani y las marcas dependen de personalidades carismáticas».
Desafíos para la Sucesión: Tres Caminos para Armani
Robin Derrick, exdirector creativo de British Vogue, reflexiona diciendo que, «una vez que Giorgio Armani ya no esté, su esencia también se irá de los productos que compres». Por su parte, Dana Thomas, periodista especializada en moda, es un poco más optimista: «La marca es más grande que su creador; espero que continúe como un pilar en el sector de la moda y el lujo».
Entonces, ¿quién tiene la mayor posibilidad de quedarse con Armani?
El testamento menciona a tres candidatos, pero uno destaca: Bernard Arnault, conocido como el «lobo de la cachemira» en la moda, ya ha demostrado su habilidad para incorporar marcas icónicas en su imperio. Las adquisiciones recientes de Bulgari y Tiffany bajo LVMH han resultado en un aumento significativo en las ganancias. La incorporación de Armani complete su trilogía con Dior y Vuitton, consolidando su dominio sobre las marcas independientes italianas.
Aún así, la casa de Armani no es solo de Arnault. El testamento también sugiere a L’Oréal y EssilorLuxottica como posibles sucesores, ambos con vínculos estrechos con la marca. L’Oréal podría ofrecer una expansión en el sector de belleza, mientras que EssilorLuxottica mantendría la influencia italiana. Ambos pueden no poseer el mismo alcance global que LVMH, pero tienen más probabilidades de preservar lo que define a Armani.
L’Oréal: La Conexión Más Profunda con Armani
Tom Julian, consultor de marcas, sugiere que Estée Lauder podría haber sido una opción, dado su éxito con Tom Ford. De hecho, Estée Lauder adquirió Tom Ford por 2.800 millones de dólares en 2023, un modelo que L’Oréal podría considerar.
La relación de L’Oréal con Armani data de casi 40 años, con un acuerdo de colaboración que va más allá de simples licencias. Derrick menciona que L’Oréal le brindó libertad creativa al negociar. «Armani tenía la libertad de crear y encontrar la calidad en sus productos», afirma.
Ahora, L’Oréal podría capitalizar su relación para adquirir la marca, aunque las especulaciones sugieren que el conglomerado francés podría estar más interesado en obtener solo la división de belleza. Este acuerdo tiene un valor de aproximadamente 1.500 millones de euros anuales, lo que representa alrededor del 10% de la división de lujo de L’Oréal.
La posibilidad de continuidad sin interrupciones es uno de los mayores atractivos de L’Oréal, que comprende la visión de Armani y ha invertido años en establecer una infraestructura que la respalde.
EssilorLuxottica: Un Socio Italiano para Armani
La adquisición por parte de EssilorLuxottica podría mantener a una casa de lujo como Armani bajo bandera italiana. Armani una vez tuvo una participación en Luxottica, lo cual revolucionó el mercado al convertir las gafas en artículos de moda.
Armani genera alrededor de 530 millones de dólares anuales en ventas de gafas, lo que representa un gran margen en el sector de lujo. No obstante, la gestión de una marca de moda presenta un reto distinto que la conglomeración de gafas.
La identidad italiana de Armani sería preservada en caso de que EssilorLuxottica asumiera el control, permitiendo un legado arraigado en la herencia del diseño italiano.
¿Qué Pasará si LVMH se Hace con Armani?
La sucesión de Armani marcará un nuevo capítulo importante para esta histórica marca. Con una variedad de líneas y restaurantes, LVMH cuenta con la infraestructura para integrar Armani perfectamente a sus operaciones. Sin embargo, Julian señala que la esencia de Armani podría depender de esta fusión: «Los valores de la marca encajarían bien con LVMH».
A pesar de su capacidad, hay preocupaciones sobre la filosofía empresarial de Arnault, conocido por su enfoque pragmático en la expansión. ¿Mantendrá la esencia de Armani o simplemente la convertirá en un activo más en su imperio?
En última instancia, el legado de Armani depende de cómo se gestione su sucesión. Su testamento deja abierta la posibilidad de una oferta pública inicial en caso de que sus herederos y la Fundación decidan que la gestión de Arnault no es la adecuada. Sin embargo, el destino del Grupo Armani podría estar inevitablemente ligado a la ambición y estrategias de los grandes del lujo.