Este fin de semana, decidí no salir de casa y disfrutar de mis nuevas cuatro fragancias. En honor a Antonio Puig, el fundador de la emblemática casa de perfumes, y su renombrada Agua Lavanda, sus herederos han encargado al célebre maestro perfumista Jean-Claude Ellena la creación de estas piezas únicas en edición especial, disponibles únicamente en línea.
Jean-Claude Ellena es un referente en el mundo de la perfumería. Su legado ha transformado la última parte del siglo XX y el presente, dotando de frescura y sofisticación a nuestras experiencias olfativas. Desde el cierre de El Bulli, su estilo ha resonado como el de ningún otro artista contemporáneo. A quienes no creen en Dios, suelo ofrecerles Rose Ikebana (Hermès); al llevárselas, les pregunto si, sin su influencia, alguna otra fragancia les brindaría ese mismo placer.
Las creaciones de Ellena tienen la magia de lo efímero. Con cada perfume, es como si la luz se filtrara sin ser interrumpida. Las notas son sutiles, pero siempre despiertan sonrisas en quienes las llevan, evocando imágenes de árboles y flores en un parque al atardecer. Son destellos de vida que aparecen, incluso después de la tormenta, como un recordatorio del ciclo natural que nos rodea.
“Déclaration” (Cartier) ha sido un pionero en la seducción a través de la fragancia, y sigo recibiendo consultas sobre lo que uso cuando llego a restaurantes. Con “Un jardin sur le toit” (Hermès), hemos aprendido a hallar calma en medio del caos. Por otro lado, “Bois Farine” (L’Artisan Parfumeur) se presenta como el cuento más hermoso jamás narrado. Hay algo fascinante en “Angéliques sous la pluie” (Frederic Malle): la confianza que inspira puede hacer que olvides tratar de impresionar a los demás. “Terre” para Hermès fue el último gran éxito a nivel masivo. No obstante, en 2022, Jean-Claude volvió de su viaje a Italia con una serie de fragancias cítricas, donde ninguna rivaliza con el impacto de “Arancia Rossa” (Laboratorio Olfattivo), con su exquisita perfección ácida.
Su elegancia radica en la sutileza de presencia. Cada perfume actúa como una compañía silenciosa y confiable, algo que acompaña cuando es necesario. Para rendir homenaje a Antonio Puig, Ellena ha utilizado la higuera, el iris, la naranja y la menta salvaje como elementos centrales. La higuera, un símbolo bíblico, se convierte en el alma de Agua Mediterránea. Es una fragancia pura que regresa a su esencia antes de que se le atribuyeran connotaciones negativas a lo largo del tiempo. Descubrí que el Mediterráneo tiene un aroma a higuera en 1994 con Premier Figuier de Olivia Giacobetti y, dos años después, con Philosykos (Diptyque).
Agua Mediterránea es un viaje al pasado, a la infancia, capaz de evocar memorias y aprendizajes. Al igual que con Eau de Thé Verte (Bvlgari) y Essence Rare (Houbigant), Ellena reinterpreta el pasado, entregando su maestría pulida por el tiempo. Lo curioso es que esta fragancia no fue concebida inicialmente por él.
La evolución en Agua Lavanda Iris es notable. Ahora cuenta con una profundidad que la versión original no había logrado, pues se enfocaba en ser simplemente un agua fresca, especialmente en una época donde se consideraban primarias y poco apropiadas las fragancias más elaboradas para hombres. En esta nueva versión, el iris y el musgo añaden un aire de misterio y magnetismo. Es una fragancia que exige presencia, te envuelve y te invita a reflexionar sobre la imagen que proyectas. Recibí mi primer frasco vacío, algo sin precedentes, lo que me llevó a pedir otro. Esta fragancia demanda que la lleves con orgullo; no hay lugar para inseguridades.
Finalmente, me guardé Agua Noble para el cierre. Esperé con ilusión, quizás de manera ilusoria, que el deseo se alargue al paladearla lentamente. Aunque siempre he sido escéptico respecto al placer del exceso, a mis 50 años y siendo un hombre de vida sencilla, me emociona que Jean-Claude Ellena haya creado un nuevo perfume cítrico. Bigarade Concentrée fue por dos años mi única fragancia; tener tantos perfumes y sentir un vínculo tan fuerte con uno solo fue asombroso. El impacto de esa fragancia siempre me llamaba de vuelta al inicio del día. Además, la colección para Laboratorio Olfattivo, con su fusión de cítricos, fue igualmente memorable, al igual que Kérylos (L’Objet), que me ha servido de refugio en tiempos difíciles. Agua Noble combina mandarina, bergamota y hojas de naranjo con un suave toque de cuero. Es un perfume que irradia elegancia y sofisticación, y al igual que las tradiciones sevillanas, invita a explorar un mundo intrigante y cautivador.
En cuanto a la versión de Agua Brava, que se inspira en la menta salvaje, tengo aún mucho por descubrir. Ahora mismo la llevo puesta, pero mis pensamientos regresan a la fragancia de iris. Con el tiempo, confío en que su luz me revele nuevos encantos, y se los haré saber a nuestros lectores.
Puig ha rendido un hermoso homenaje a su fundador. El diseño del nuevo frasco es elegante y cautivador. Cada fragancia en esta edición limitada se encuentra a 180 euros, y por 70 euros puedes adquirir un set que contiene muestras de las cuatro. No obstante, sería ideal que, tras agotar esta edición, Puig considerara a sus clientes con presupuestos más ajustados, ofreciendo versiones en frascos más accesibles, ya que fragancias de esta calidad deberían estar al alcance de un público más amplio. Por el bien del desarrollo y la apreciación a la perfumería, sería un paso digno que todos merecen experimentar.