Japón enfrenta una sequía cervecera tras un ciberataque masivo

Japón enfrenta una sequía cervecera tras un ciberataque masivo

La cerveza, uno de los pilares de la vida social en Japón, se ha vuelto un lujo esquivo en el inicio de octubre. La cuarta economía más grande del mundo, conocida por su apego a esta bebida, ha enfrentado una crisis de suministro que ha generado caos en bares, restaurantes y licorerías. La cerveza Asahi, la más consumida en el país con una participación de mercado del 40%, ha estado ausente durante dos semanas debido a un ciberataque que interrumpió su producción y distribución.

### La tormenta cibernética

El pasado 29 de septiembre, un sofisticado ataque de ransomware, atribuido al grupo ruso Qilin, obligó a Asahi a cerrar seis fábricas y otras 30 instalaciones. Este tipo de ataque utiliza software malicioso para encriptar sistemas y exigir un rescate. Sin acceso a sus sistemas y con computadores inútiles, Asahi tuvo que recurrir a métodos manuales para gestionar pedidos y logística, utilizando papel y bolígrafo. Las tiendas se quedaron sin existencias en cuestión de días, y los clientes se encontraron sin la cerveza favorita de Japón. Además, la empresa no pudo recibir correos electrónicos y se vio obligada a posponer la presentación de sus resultados trimestrales.

A partir del 10 de octubre, Asahi comenzó a recuperar lentamente sus operaciones, reabriendo todas las plantas, aunque todavía con capacidad limitada. El presidente del grupo, Atsushi Katsuki, se disculpó por las dificultades causadas y expresó su agradecimiento por la comprensión de los interesados.

### Impacto del ciberataque

El ataque no solo afectó al suministro de cerveza, sino que también tuvo consecuencias financieras, con pérdidas estimadas en 335 millones de dólares. Durante la operación, Qilin robó 27 gigas de datos, que incluían información financiera, contratos confidenciales y datos personales de empleados.

### Un ataque meticulosamente orquestado

David Sancho, investigador de amenazas en Trend Micro, destaca la complejidad del ataque, en el cual los hackers utilizaron «captchas» falsos para infiltrarse en la red de Asahi. Al interactuar con estos mecanismos, lograron instalar malware que les permitió obtener contraseñas y acceder a sistemas críticos.

Una vez dentro, buscaron datos sensibles para cifrar y exfiltrar. Además de exigir un rescate, los atacantes quisieron vender la información robada a Asahi por 10 millones de dólares como una estrategia para ejercer presión.

### La estructura de Qilin

El grupo Qilin, a pesar de su nombre asociado a la mitología china, parece operar desde Rusia. Su forma de actuación destaca por ofrecer su software malicioso a otros hackers, una práctica denominada «Ransomware as a Service». Este enfoque ha permitido que su negocio escale rápidamente y se convierta en una de las principales amenazas cibernéticas en el mundo.

Desde la detección de este grupo en agosto de 2022, han aumentado las preocupaciones sobre su capacidad de llevar a cabo ataques multiplataforma, afectando tanto a sistemas Windows como Linux. Hasta el tercer trimestre de 2025, se han contabilizado al menos 402 ataques exitosos, representando el 21% del total global en esta categoría.

A medida que la ciberseguridad evoluciona, la amenaza de grupos como Qilin continúa creciendo, desafiando a las empresas a estar siempre un paso adelante para proteger sus operaciones y datos. La historia de Asahi nos recuerda que, en un mundo cada vez más digital, la seguridad cibernética no es un lujo, sino una necesidad vital.