El mes de septiembre ha sido especialmente destacado, con 8.629 nuevas empresas constituidas, lo que representa un incremento del 14% comparado con el mismo mes del año anterior. Por otro lado, también se registraron 1.633 disoluciones, lo que equivale a una subida del 7,2%.
Hasta ahora, el crecimiento de nuevas empresas se ha concentrado en distintas regiones del país: Madrid lidera con un 22% del total, seguida de Cataluña con un 19%, Andalucía con un 17% y la Comunidad Valenciana con un 13%. Al analizar los sectores más activos, encontramos que la construcción e inmobiliario representan el 27% de las nuevas creaciones, mientras que el comercio y los servicios a empresas, respectivamente, constituyen el 17% y el 16%. La hostelería, por su parte, aporta un 10% al total de nuevas iniciativas.
En términos de crecimiento interanual, los sectores que han mostrado un notable aumento en la creación de empresas son el financiero con un impresionante 33%, seguido de la educación con un 15%, el inmobiliario con un 14% y las comunicaciones con un 13%.
No obstante, no todo son noticias positivas. Algunos sectores han sufrido caídas significativas en la creación de empresas. Por ejemplo, la energía ha visto decrecer su actividad en un 44%, seguido del comercio de electrónica y TIC con un 35% y la industria extractiva que ha caído un 31%. También la industria de electrónica y TIC ha visto una disminución del 29% en nuevas constituciones.
Cuando se trata de disoluciones empresariales, Madrid, Andalucía, la Comunidad Valenciana y Cataluña concentran la mayor parte de las cancelaciones, con un 27%, 16%, 11% y 7% del total, respectivamente. En términos sectoriales, la construcción e inmobiliario dominan las disoluciones con un 25%, seguidos del comercio con un 20% y los servicios a empresas con un 16%. Los sectores que muestran menos disoluciones son la industria manufacturera (7,3%), la hostelería (7%) y el sector primario (2%).
Por último, en el acumulado del año, los sectores que han experimentado el incremento más acusado en disoluciones incluyen el de la metalurgia con un 39%, la energía con un 27% y el sector primario con un 22%. Estos datos reflejan la evolución constante del tejido empresarial en España, donde las oportunidades y desafíos coexisten en un entorno en constante cambio.