Fallece Carlota Bustelo: Un Adiós a una Referente Cultural

Fallece Carlota Bustelo: Un Adiós a una Referente Cultural

Carlota Bustelo no solo es una figura relevante; es un verdadero icono del feminismo en España. Su legado como activista por la igualdad y los derechos de las mujeres la distingue en los últimos 60 años. Pocas personas han demostrado tanta coherencia, formación y compromiso como ella, transformando sus palabras en acciones concretas y significativas.

El adiós de Carlota, quien nos dejó a los 85 años, deja un vacío profundo en el corazón de muchas mujeres y de una sociedad que anhela más justicia. Su formación en la Institución Libre de Enseñanza la llevó a obtener un título en Ciencias Políticas en una época en que la presencia femenina en la universidad era escasa. Desde los años 50, su lucha feminista se articuló entre el exilio forzado de su marido y su regreso a España en la década de 1960, siempre fiel a sus ideales socialistas y liberales. Estos valores, que en ella coexistieron de manera armoniosa, fueron también el motor para muchas mujeres que abogaban por la igualdad social y defendían su libertad personal y profesional en tiempos en que los derechos que hoy consideramos básicos aún no existían.

Un Transición Colorida

Carlota es símbolo del paso de una España en blanco y negro a un país vibrante. Tras la muerte de Franco, impulsó la discusión sobre el papel de la mujer en la sociedad, colaborando en la ponencia “Las Constituyentes” en el primer Congreso del PSOE tras la Guerra Civil en 1976. Su incansable dedicación, a través del “Frente de Liberación de la Mujer”, propició que, hacia 1980, se aprobaran derechos ahora considerados esenciales. Durante su tiempo como diputada constituyente, luchó incansablemente hasta lograr la legalización de los anticonceptivos en 1979. Este fue un triunfo significativo, dado que muchas mujeres en la Transición necesitaban recurrir a vías clandestinas para acceder a la “píldora”. Entre las pioneras en este ámbito se encontraban ginecólogos de renombre como Ángel Sopeña y Elena Arnedo, quienes también exigieron una mayor representación femenina en el PSI a través de su trabajo en la Comisión Federal “Mujer y Socialismo”.

La ética y coherencia de Carlota brillaron cuando decidió no presentarse a las elecciones de 1979, ya que no se garantizaba una cuota mínima del 15% de participación femenina. Prefirió enfocar sus esfuerzos en establecer los primeros Centros de Planificación Familiar en España, asegurando así mayores oportunidades para las mujeres en lugar de buscar un escaño.

Asimismo, su labor fue crucial en la aprobación de la ley del divorcio en 1981, que permitió a las mujeres liberarse de la sumisión marital, dándoles autonomía para abrir una cuenta bancaria y manejar sus finanzas. Estos logros revolucionaron el panorama de las mujeres en España, quienes por fin podían decidir sobre su vida, disfrutar de anticonceptivos y, en definitiva, vivir con libertad.

Hoy en día, la memoria de Carlota se enfrenta a la desazón al observar que políticas más populistas a menudo desatienden la herencia del feminismo clásico. Mujeres como ella no solo merecen ser recordadas; deben ser agradecidas en cada paso que damos hacia la igualdad. Por la lucha de mujeres como Carlota, las nuevas generaciones deben abrazar este legado e involucrarse en la continuación de esta misión. Aún queda mucho por hacer; según el Foro de Davos, si seguimos a este ritmo, pasaremos otros 123 años antes de alcanzar la igualdad real. Este reto es inaceptable para las mujeres, jóvenes y hombres comprometidos con la justicia. Honramos a Carlota abrazando su legado y trabajando por un futuro más equitativo. Ojalá surjan más Carlotas en los años venideros, inspirando cambios significativos hacia un mundo donde la igualdad no sea un ideal distante.