Un nuevo giro en la contienda entre Jerry Greenfield, cofundador de Ben & Jerry’s, y la multinacional Unilever ha captado la atención del público. Tras el rechazo de Unilever a la propuesta de un helado en apoyo a Palestina, Greenfield anunció, a través de su cuenta en X, que lanzará el proyecto de manera independiente: «¡Voy a crear un helado de sabor a sandía que clame por la paz permanente en Palestina y busque reparar los daños!», expresó.
Este desenlace se produce tras su renuncia a la empresa el 17 de septiembre, tras 47 años de trayectoria y varias disputas con la corporación matriz, conflictos que se intensificaron debido a sus diferencias sobre la situación en Gaza. Greenfield no se detuvo ahí y, en una entrevista con la Revista Emprendimiento, criticó a Unilever por un “ataque corporativo a la libertad de expresión”, llegando a afirmar que la empresa “se arrodilla ante Donald Trump”.
Libertad de Expresión y Activismo
Greenfield no ocultó sus preocupaciones. «Desde la elección de Trump, cualquier cosa que defienda la libertad, la equidad y la inclusión queda censurada», comentó, según lo publicado por la Revista Emprendimiento. La relación entre Unilever y Ben & Jerry’s ha sido problemática desde 2021, cuando la marca decidió poner fin a la venta de sus productos en los territorios ocupados de Cisjordania, lo que llevó a una demanda de Ben & Jerry’s contra su madre por intentos de silenciar su voz. La gran corporación ha calificado el conflicto en Gaza como un “genocidio”, una postura arriesgada y poco habitual para una entidad de su tamaño.
En su carta de despedida, Greenfield enfatizó la necesidad de defender valores como la igualdad y los derechos humanos en el complicado panorama político estadounidense actual. Además, no es el único afectado por esta controversia: en marzo, Unilever despidió al director ejecutivo de Ben & Jerry’s, Dave Stever, sin consultar al consejo de administración, después de que Stever expresara su apoyo a Palestina. Este movimiento es parte de una serie de acciones de Unilever que buscan restringir la autonomía de la marca en un contexto marcado por la tensión en Gaza.
El futuro de Ben & Jerry’s y sus expresiones de activismo social se encuentran en un punto crucial. La decisión de Greenfield de avanzar con su proyecto independiente podría representar un nuevo ejemplo de cómo los valores personales pueden chocar con las estrategias comerciales de grandes corporaciones, en un mundo donde la responsabilidad social está a la vista de todos.
