Donald Trump ha encontrado una manera potente de debilitar el sector petrolero ruso. El miércoles, el presidente de EE. UU. anunció sanciones contra Rosneft y Lukoil, las dos principales compañías que sostienen las exportaciones de crudo de Moscú. Este golpe ha suscitado un aumento del 5% en el precio del Brent, un movimiento más favorable para Trump que para Vladímir Putin.
### El impacto de las sanciones
Las sanciones anteriores, como el límite de precios del G7, buscaban reducir los ingresos del Kremlin sin elevar drásticamente los precios del petróleo. Sin embargo, estas medidas permitieron que Putin recaudara más de 660.000 millones de euros desde febrero de 2022, gracias a las diferentes estrategias de evasión y vacíos legales que encontró.
Apuntar a los gigantes exportadores de Rusia presentaba un riesgo claro: el temor de que los precios del crudo pudieran dispararse hasta los 120 dólares por barril, como ocurrió hace tres años. Rosneft, que representa alrededor del 6% de la producción global, y sus compañeras Lukoil, juntas generan aproximadamente 2 millones de barriles al día en exportaciones marítimas, según el análisis de Kpler.
### Sanciones que hacen mella
La inclusión de estas empresas en la lista negra de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro de EE. UU. es una herramienta poderosa. Las llamadas “sanciones secundarias” implican que cualquier comprador de Rosneft o Lukoil podría enfrentar restricciones que limitan su comercio a nivel global en un sistema financiero dominado por el dólar. Esta estrategia ya demostró su eficacia en el caso del petróleo iraní, cuyas exportaciones se redujeron notablemente en 2 millones de barriles diarios entre 2018 y 2020.
### Oportunidades en el mercado petrolero
El contexto global también juega a favor de Trump. Arabia Saudí y Emiratos Árabes, considerados pilares de la OPEP, tienen una capacidad combinada de producción excedentaria de 3,2 millones de barriles al día, de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (AIE). Los analistas de S&P sugieren que productores fuera de la OPEP, como Brasil y EE. UU., también están listos para aumentar su producción y redirigir cargamentos si es necesario. Con predicciones que apuntan a un excedente global de oferta en 2026, es comprensible por qué los precios del crudo, actualmente en 65 dólares, permanecen relativamente estables.
### La incógnita de Putin
La gran interrogante es si estas nuevas sanciones modificarán realmente el comportamiento de Putin. Todo depende de cuán firmemente Washington implemente estas medidas, algo que no siempre ocurrió con Irán. Los grandes compradores de petróleo ruso, como China, podrían encontrar formas de evitar las restricciones, manteniendo así los ingresos del Kremlin a flote.
Lo más probable es que Putin enfrente una presión mayor. Podría intentar desviar más barriles a través de rutas paralelas que no caen bajo el control de EE. UU. Sin embargo, esto probablemente significará vender a precios más bajos y asumir mayores costos logísticos, afectando así sus márgenes de beneficio y su tesorería.
El enfoque de EE. UU. ante esta situación se presenta como una estrategia que debió haberse implementado antes, pero que ahora podría marcar la diferencia en el futuro del mercado energético global.
