Los dispositivos Apple, a menudo, parecen desvanecerse de nuestra fascinación a gran velocidad. La experiencia de tener un iPhone, por ejemplo, se convierte rápidamente en rutina. Tras adquirir el nuevo iPhone Air, he notado que su tacto delicado ya no me sorprende; más bien me resulta habitual. En lugar de disfrutar de estas maravillas tecnológicas, a veces me burlo de los teléfonos más gruesos que, por necesidad, debo utilizar. La asombro por lo extraordinario tiende a disiparse, transformándose en una mera costumbre. Lo mismo ocurre con la vida misma.
La Gratitud en Tiempos Agitados
En una era llena de incertidumbres, resuena un discurso sombrío y pesimista. Olvidamos que las virtudes de la generosidad y el agradecimiento son fundamentales. Deberíamos apreciar más la era en la que vivimos; tenemos mucho por lo que estar agradecidos. Si no valoramos los privilegios que disfrutamos y asumimos que estamos dejando un mundo peor a nuestra descendencia, realmente merecemos las adversidades que puedan surgir. Nuestras manos, secas y falta de acción, se ven afectadas por la avaricia.
La Búsqueda de un Propósito
Es comprensible caer en el “derecho adquirido” y desear más sin final, pero debemos ajustar nuestro enfoque. Necesitamos ser más generosos y menos quejumbrosos. La tendencia a exigir sin dar nos aleja de nuestro verdadero propósito. Cada vez que atribuimos la culpa a otros, ya sea al independentismo dirigiendo su ira hacia España o Vox señalando a los inmigrantes, perdemos la oportunidad de utilizar nuestra fuerza e inteligencia de manera constructiva. ¿Es esto lo que deseamos hacer con nuestros recursos? Quejarse no es una respuesta educada. Sin gratitud, nos convertimos en seres resentidos.
Hoy, enfrentamos desafíos importantes y la sensación de inestabilidad está presente. Nos hemos acomodado a una vida tranquila y cómoda, olvidando tiempos más oscuros que, en retrospectiva, no eran tan pesimistas. Quizás porque valorábamos la democracia y la libertad en lugar de darlas por sentadas. Recuerdo cuando los iPhones eran algo extraordinario y no solo un objeto más.