Descubre Cómo Adquirir la Villa de Tus Sueños en la Toscana: Guía Esencial

Descubre Cómo Adquirir la Villa de Tus Sueños en la Toscana: Guía Esencial

La Toscana, esa joya del norte de Italia, cautiva los sentidos y la imaginación desde hace siglos. Sus paisajes, que se despliegan en suaves colinas, han inspirado a grandes como Dante y Miguel Ángel, y continúan seduciendo a poetas, artistas y filósofos. Más allá de la refinada belleza de Florencia, esta región ha sido el escenario de numerosas obras cinematográficas y deliciosos libros de cocina, convirtiéndose en el símbolo de la relajación y el buen vivir.

Hoy, la Toscana atrae a un nuevo grupo de amantes: adinerados coleccionistas de propiedades que anhelan algo más que una simple casa de vacaciones. Para muchos, esta aspiración se traduce en una búsqueda activa de la auténtica dolce vita.

El incremento del 11,2% de extranjeros que residen en la Toscana en la última década no es ninguna sorpresa, dados los encantos de este mágico lugar. Sin embargo, lo que está cambiando es la forma en que estos compradores invierten y sus expectativas al llegar.

Esta finca de Chianti, valorada en 16,5 millones de euros, se extiende por 40 hectáreas de bosque y olivar, y cuenta con una villa de tres plantas completamente restaurada. (Foto: Building Heritage)

Encanto Campestre y Confort Moderno

Al pasar tiempo con un agente inmobiliario local, se descubre un mundo lleno de frescos renacentistas, viñedos interminables y canteras centenarias. Los anuncios de propiedades de lujo en la Toscana parecen resumir un estilo de vida plácido, donde el aceite de oliva se produce en casa y los almuerzos se celebran al aire libre, rodeados de naturaleza.

Chiara Gennarelli, experta en clientes internacionales de la agencia Building Heritage, comparte que «todos buscan propiedades que integren la esencia italiana, un equilibrio entre profundidad cultural y modernidad». Actualmente, los compradores no solo buscan encanto, como tejados de terracota y techos pintados a mano; también exigen confort y funcionalidad. La demanda ha evolucionado y el comprador actual quiere un hogar acogedor sin renuncias.

La era de las renovaciones interminables ha quedado atrás. Los interesados buscan propiedades listas para habitar, disponibles para disfrutar con solo un par de mejoras menores, como WiFi o renovaciones en el baño.

La villa principal de Villa Barone in Chianti Classico, restaurada en 2008, combina la esencia toscana con confort moderno. (Foto: Building Heritage)

Funcionalidad también es clave; muchos compradores desean que sus propiedades sean algo más que postales pintorescas. Algunos sueñan con embotellar su propio vino o producir aceite de oliva, mientras que otros aspiran a generar ingresos pasivos a través del agroturismo. La tendencia hacia villas ecológicas con tecnologías sostenibles es cada vez más fuerte; en 2022, Italia recibió más de 60.000 «turistas geotérmicos».

Villa Solaria, un complejo de tres fincas, combina características de lujo con tecnologías modernas, como un sistema fotovoltaico que potencia la propiedad. (Foto: Building Heritage)

Destinos Emergentes en la Toscana

Los compradores, principalmente de Estados Unidos, Reino Unido y Singapur, son atraídos por la mezcla perfecta de romance y pragmatismo tras la pandemia. Para muchos, la Toscana representa el antídoto perfecto ante el estrés corporativo, un espacio en el que la vida se desacelera y el bienestar es fundamental.

Si bien las áreas alrededor de Florencia siguen manteniendo su atractivo, otras localidades están emergiendo en el panorama inmobiliario. Por ejemplo, Lucca, que fue la capital medieval de Toscana, ha visto un aumento del 27% en el valor de sus propiedades en los últimos cinco años, gracias a su cercanía al mar de Liguria. En el caso de Forte dei Marmi, esta ciudad costera está experimentando un auge impulsado por clubes de playa y marcas de lujo.

La superficie cultivada en Villa Solaria incluye huertos y viñedos, actualmente en uso continuo desde que se plantaron las vides entre 2002 y 2008. (Foto: Building Heritage)

Los que buscan un ambiente más rústico pueden fijarse en Fiesole, hogar de la Villa Medici, o en los clásicos de Arezzo, San Gimignano, Chianti y Siena. La propuesta de vivir en la Toscana es tentadora: un estilo de vida comparable al de Napa Valley o el sur de Francia, pero con precios más accesibles y un costo de vida más bajo.

Asimismo, los incentivos fiscales en Italia son un imán para compradores potenciales. Desde 2017, el país implementó un programa de impuesto fijo dirigido a personas de alto patrimonio neto. Aquellos que decidan trasladar su residencia fiscal a Italia solo deberán pagar un impuesto fijo anual de 200.000 euros, independientemente de sus ingresos globales. Aproximadamente 4.000 personas han aprovechado esta iniciativa, la «ley CR7», inspirada por la estrella del fútbol Cristiano Ronaldo.

Esta villa restaurada del siglo XVIII, que combina un negocio hotelero y residencia privada, está a menos de una hora de Florencia y se vende por 5,5 millones de euros. (Foto: Building Heritage)

Desafíos de ser propietario en la Toscana

Adquirir una villa es un sueño para muchos, pero su mantenimiento puede resultar un reto. Las características que hacen a estas propiedades tan atractivas –aislamiento y patrimonio– también pueden complicar la gestión.

La mayoría de los compradores internacionales no planean residir permanentemente en la Toscana, lo que les lleva a colaborar con equipos locales para mantener sus propiedades. Esto incluye la contratación de agrónomos, gestores de viñedos y jardineros, según señala Gennarelli.

La demanda de villas modernizadas está en aumento, mientras que las características tradicionales y la artesanía también son valoradas. (Foto: Building Heritage)

A pesar de las estrictas regulaciones arquitectónicas y medioambientales de Italia, hay arquitectos y equipos de gestión que ayudan a los compradores extranjeros en el proceso de administración de estas joyas patrimoniales. Gennarelli subraya que «los propietarios extranjeros son a menudo los más apasionados en preservar la autenticidad de sus fincas».

Para muchos, la vida en la Toscana no es solo un sueño; es una búsqueda de autenticidad que vale la pena perseguir. Aquellos que eligen emprender este viaje, raramente se ven forzados a regresar. Aquí, los sueños parecen estar destinados a hacerse realidad.