Desde CEOE, se atribuye la mejora en los datos a la inercia económica actual, pero se alerta sobre la situación crítica de las pequeñas empresas, que constituyen la mayoría en España. Estas empresas son especialmente vulnerables al aumento de costos y a la incertidumbre y falta de seguridad jurídica que afecta al mercado. La patronal destaca que las grandes empresas están compensando la reducción de empleo en las microempresas. De hecho, la participación de estas últimas ha caído del 21,6% en 2019 al 18,55% en agosto de este año. En cuanto al crecimiento anual, las microempresas han visto una variación de apenas -0,3%, mientras que las empresas con más de 499 empleados han crecido un 5%.
Por otro lado, la CEOE señala que los incrementos salariales vinculados al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) están afectando negativamente a sectores como el agrario y el servicio doméstico, que han perdido más de 12.500 y 17.000 afiliados, respectivamente, en el último año. A pesar de las cifras históricas de afiliación en septiembre, que alcanzan los 21,69 millones de ocupados, España sigue siendo líder en desempleo en Europa, sin considerar a los que no entran en el cómputo oficial.
El desempleo estructural en el país ronda los tres millones de personas, lo que plantea un grave problema social, especialmente en sectores donde cubrir vacantes resulta complicado. Por ello, CEOE enfatiza la necesidad de mejorar la conexión entre el desempleo y el empleo, así como la eficacia de las políticas laborales.
CEPYME Y EL RETO DE LAS MICROEMPRESAS
Con una perspectiva similar, Cepyme ha destacado que la evolución positiva en los datos de empleo de septiembre no se traduce de la misma manera en todos los tamaños de empresa. Según las estadísticas de agosto de Empresas Inscritas en la Seguridad Social, el número de trabajadores en las microempresas creció apenas un 0,4% anualmente, mientras que en las grandes empresas el crecimiento fue del 4,8%.
La capacidad de creación de empleo en las pymes, especialmente en las microempresas, se ve limitada por el considerable aumento de costos, que ha alcanzado un 23,4% en los últimos seis años. Además, las crecientes cargas administrativas y la incertidumbre provocada por nuevas regulaciones complican aún más su situación. Cepyme, dirigida por Ángela de Miguel, ha solicitado mayor atención hacia las pymes, enfatizando que las microempresas están pagando un alto precio por este aumento de cargas, lo que afecta su viabilidad, su capacidad para crear empleo y, en última instancia, su supervivencia.