El Banco de Inglaterra ha desatado una investigación sobre el financiamiento de los bancos hacia centros de datos relacionados con el creciente auge de la inteligencia artificial (IA). Esta acción busca evaluar cómo una posible burbuja en el sector tecnológico podría impactar la estabilidad financiera del país.
### La Alerta del Banco Central
De acuerdo con un informe de Bloomberg, el banco central británico está analizando la exposición del sistema bancario a un área que, hasta ahora, ha sido vista como una inversión segura en el futuro de la IA. Empresas líderes en este campo, como Nvidia, han llevado a un aumento considerable en las acciones de las últimas temporadas, intensificando la exposición de las entidades financieras.
Previamente, el Banco de Inglaterra ya había señalado el riesgo que conlleva el acelerado crecimiento en las valoraciones de compañías vinculadas a la inteligencia artificial. Este tipo de aumento podría traducirse en consecuencias negativas si las expectativas sobre el impacto de la IA se tornan menos optimistas.
A pesar de que la cantidad de préstamos directos a empresas de IA aún es relativamente baja, el regulador temía que la expansión del sector llevara a un incremento significativo en el crédito destinado a la construcción y financiamiento de centros de datos. Inicialmente, muchas de estas inversiones se han financiado con capital propio, pero se prevé que en los próximos años la dependencia del endeudamiento aumente significativamente.
### Inversiones Billonarias hacia el Futuro
Un estudio de McKinsey estima que, hasta 2030, el mundo requerirá inversiones de aproximadamente 5,2 billones de dólares para satisfacer la demanda impulsada por la inteligencia artificial. Este flujo de capital está cambiando el enfoque de las empresas, que ahora dirigen menos recursos a la contratación de personal y más a la construcción de costosas infraestructuras con escasa reutilización. Una fuente cercana al Banco de Inglaterra comentó que “estamos viendo una transición en el gasto del sector, que pasa de la investigación y el talento a inversiones en centros de datos, un fenómeno que aumenta el riesgo de concentración».
Según cifras del Bank of America, hay alrededor de 49.000 millones de dólares invertidos en bonos respaldados por activos y préstamos hipotecarios comerciales asociados a centros de datos. En este contexto, el Banco de Inglaterra examina la exposición indirecta de las entidades financieras a estos instrumentos, en un momento donde la interconexión entre los sectores tecnológico y financiero se vuelve cada vez más compleja.
Aunque el Banco de Inglaterra no ha comentado públicamente sobre esta investigación, sus analistas ya habían advertido en un post reciente que el entusiasmo por la inteligencia artificial podría generar “consecuencias sistémicas” si las valoraciones no reflejan adecuadamente los riesgos reales. Afirman que «si el entusiasmo actual conduce a valoraciones excesivas, una posterior desilusión podría amplificar las vulnerabilidades existentes en los mercados».
En resumen, mientras la inteligencia artificial continúa deslumbrando al mundo, es fundamental mantener un enfoque cauteloso para evitar posibles crisis en el futuro.
