Caputo destacó que «la reforma laboral es esencial». Afirmó que el país ha estado atado a un sistema laboral «arcaico y rígido», que ha impedido el crecimiento del empleo desde 2011. Para abordar esta situación, el Gobierno de Javier Milei promete un régimen más «ágil» y «dinámico», diseñado para acabar con «la industria del juicio», que favorece a un selecto grupo en detrimento del bienestar general de los argentinos.
En cuanto a la reforma tributaria, el ministro aclaró que su objetivo es facilitar el panorama fiscal. Esto incluye «la eliminación de numerosos impuestos», una reducción de otros, y una simplificación del régimen tributario en su conjunto. También se busca la creación de «importantes incentivos» para potenciar el ahorro interno, un aspecto crucial para el desarrollo económico del país.
Además, Caputo defendió la necesidad de mantener la estabilidad cambiaria, afirmando que «no debe venir más de una devaluación» para poder ser competitivos. La estrategia, según él, se basa en continuar con las medidas actuales, que incluyen un enfoque centrado en la productividad, la reducción de impuestos y la desregulación. La meta es que el sector privado asuma el liderazgo en el camino hacia el crecimiento económico sostenible.